Urgente rescate del verdadero periodismo. Para servir mejor
Amigos y colegas, lean esto que es el primer artículo que llega a mis manos en el que se advierte tímidamente que la SIP debería ocuparse no sólo de defender a los "periodistas", sino de pre-ocuparse por defender el buen periodismo, es decir, el periodismo con credibilidad y calidad
Escrito por José Santiago Healy
Tomado de Diario Electrónico de Yucatán (http://www.yucatan.com.mx/)
Vientos de fronda habrán de correr en el periodismo del continente americano durante los próximos años.
No hablamos del tema de inseguridad e impunidad que afecta severamente al ejercicio de esta profesión y que lamentablemente no se resolverá a corto plazo.
Nos referimos a la credibilidad y al profesionalismo de la prensa escrita que por una u otra razón ha descendido en las últimas décadas a niveles por demás preocupantes.
¿Cuánto daño moral o económico ha causado la inexactitud de notas informativas o la crítica infundada contra tal o cual personaje? ¿Cuántas veces como lectores hemos lamentado las coberturas sensacionalistas de hechos policíacos o asuntos que trascienden a la vida privada, como el caso Clinton-Lewinski? ¿Qué sucederá con el internet, donde cualquier ciudadano con una computadora y un poco de ingenio puede crear su sitio informativo sin guardar el rigor informativo y la ética periodística? ¿Cuán prontas, amplias y expeditas deben ser las rectificaciones de los medios cuando cometen errores y hasta dónde llega su obligación para publicar réplicas sin argumentos sólidos ni pruebas documentales? ¿Debe el periodismo mantener, en aras de la democracia, la pluralidad informativa que en muchas ocasiones genera sólo basura y verborrea ideológica? ¿Los medios informativos están obligados a expresar vía editoriales sus preferencias políticas e ideológicas, como ocurre en Estados Unidos, o intentar una imparcialidad que nunca convence a los lectores? Estos y muchos más dilemas habrán de plantearse en la conferencia hemisférica sobre Valores Periodísticos que para finales del año 2006 organizará la Sociedad Interamericana de Prensa.
La iniciativa procede de dos reconocidos periodistas: Alejandro Miró Quesada, de Perú, y Jack Fuller, de Estados Unidos. Miró Quesada, presidente saliente de la SIP y director del diario El Comercio de Lima, sostiene que a pesar de que la prensa escrita es el medio más respetado en nuestros países, existe una pérdida preocupante de su credibilidad.
De acuerdo con el Pew Research Center, la credibilidad de los diarios en Estados Unidos cayó 13 puntos porcentuales entre 1998 y 2004, cifra que podría ser mayor en América Latina.
“Parecería que le ha llegado a la SIP el momento de, sin cejar en su lucha por la libertad de prensa, hablar más abiertamente no sólo de derechos, sino también de deberes”, puntualizó el comunicador peruano.
El camino está lleno de escollos porque, como afirma Alejandro Miró, bastará que la SIP comience a tratar estos temas para que legisladores, políticos y burócratas lo tomen como pretexto para intentar reglamentar la actividad periodística.
Pero habrá que correr estos riesgos a fin de impulsar en serio los valores periodísticos que lleven a los medios escritos a elevar su profesionalismo que automáticamente generará una mayor credibilidad entre sus lectores.
Jack Fuller —abogado, periodista y ex presidente de la SIP— será el coordinador de esta ambiciosa tarea de organizar un foro que reunirá a personalidades y especialistas de todos los ámbitos del quehacer humano, con el fin de rescatar los valores y principios que guiarán al periodismo americano durante las próximas décadas.
No se trata de confeccionar un código de ética obligatorio, tampoco una lista rigurosa de mandamientos, sino de explorar un camino adecuado donde se respeten los valores y principios periodísticos, con el ánimo de servir mejor a nuestra dinámica sociedad.— Indianapolis, Indiana.
jhealy@diariolatino.com
Escrito por José Santiago Healy
Tomado de Diario Electrónico de Yucatán (http://www.yucatan.com.mx/)
Vientos de fronda habrán de correr en el periodismo del continente americano durante los próximos años.
No hablamos del tema de inseguridad e impunidad que afecta severamente al ejercicio de esta profesión y que lamentablemente no se resolverá a corto plazo.
Nos referimos a la credibilidad y al profesionalismo de la prensa escrita que por una u otra razón ha descendido en las últimas décadas a niveles por demás preocupantes.
¿Cuánto daño moral o económico ha causado la inexactitud de notas informativas o la crítica infundada contra tal o cual personaje? ¿Cuántas veces como lectores hemos lamentado las coberturas sensacionalistas de hechos policíacos o asuntos que trascienden a la vida privada, como el caso Clinton-Lewinski? ¿Qué sucederá con el internet, donde cualquier ciudadano con una computadora y un poco de ingenio puede crear su sitio informativo sin guardar el rigor informativo y la ética periodística? ¿Cuán prontas, amplias y expeditas deben ser las rectificaciones de los medios cuando cometen errores y hasta dónde llega su obligación para publicar réplicas sin argumentos sólidos ni pruebas documentales? ¿Debe el periodismo mantener, en aras de la democracia, la pluralidad informativa que en muchas ocasiones genera sólo basura y verborrea ideológica? ¿Los medios informativos están obligados a expresar vía editoriales sus preferencias políticas e ideológicas, como ocurre en Estados Unidos, o intentar una imparcialidad que nunca convence a los lectores? Estos y muchos más dilemas habrán de plantearse en la conferencia hemisférica sobre Valores Periodísticos que para finales del año 2006 organizará la Sociedad Interamericana de Prensa.
La iniciativa procede de dos reconocidos periodistas: Alejandro Miró Quesada, de Perú, y Jack Fuller, de Estados Unidos. Miró Quesada, presidente saliente de la SIP y director del diario El Comercio de Lima, sostiene que a pesar de que la prensa escrita es el medio más respetado en nuestros países, existe una pérdida preocupante de su credibilidad.
De acuerdo con el Pew Research Center, la credibilidad de los diarios en Estados Unidos cayó 13 puntos porcentuales entre 1998 y 2004, cifra que podría ser mayor en América Latina.
“Parecería que le ha llegado a la SIP el momento de, sin cejar en su lucha por la libertad de prensa, hablar más abiertamente no sólo de derechos, sino también de deberes”, puntualizó el comunicador peruano.
El camino está lleno de escollos porque, como afirma Alejandro Miró, bastará que la SIP comience a tratar estos temas para que legisladores, políticos y burócratas lo tomen como pretexto para intentar reglamentar la actividad periodística.
Pero habrá que correr estos riesgos a fin de impulsar en serio los valores periodísticos que lleven a los medios escritos a elevar su profesionalismo que automáticamente generará una mayor credibilidad entre sus lectores.
Jack Fuller —abogado, periodista y ex presidente de la SIP— será el coordinador de esta ambiciosa tarea de organizar un foro que reunirá a personalidades y especialistas de todos los ámbitos del quehacer humano, con el fin de rescatar los valores y principios que guiarán al periodismo americano durante las próximas décadas.
No se trata de confeccionar un código de ética obligatorio, tampoco una lista rigurosa de mandamientos, sino de explorar un camino adecuado donde se respeten los valores y principios periodísticos, con el ánimo de servir mejor a nuestra dinámica sociedad.— Indianapolis, Indiana.
jhealy@diariolatino.com
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