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Weblog del prof. Antonio Núñez Aldazoro (UCV)

El hombre y la información (Ensayo de Vladimir Vera, estudiante de Comunicación Social UCV)

El hombre y la información (Ensayo de Vladimir Vera, estudiante de Comunicación Social UCV) El hombre antes que todo, es un ser netamente social. Atrás dejamos la teoría del “buen salvaje” planteada por Rousseau, donde se expone que la esencia pura del individuo se muestra en el momento donde este entrega su educación básica a los elementos de la naturaleza. A pesar de lo llamativo que puede resultar dejar el conocimiento a manos de lo empírico, resultamos seres que necesitan una retroalimentación con el otro, dependemos de la información que nace de aquellos que comparten esta condición humana y de allí nace esa extrema necesidad de comunicarnos.
El hombre antes que todo, es mortal; pero no lo acepta. Ya sea practicante de cualquier culto, necesita engañarse con un poder de omnipresencia del cual carece. Necesita, por sobretodas las cosas, creer que puede estar en todas partes y que puede saber todo al respecto.
El hombre aún cuando no es absoluto, sueña con serlo. Necesita dar su punto de vista acerca de todo, necesita poner sus “supuestas” verdaderas por encima de las opiniones del otro, necesita medirse, desprestigiarse, desechar hechos, concretar mentiras, ser un punto referencial para los otros, ser admirado más que escuchado. Es absolutamente necesario dejar una huella en la vida de los demás.
Pero el hombre también necesita denunciar injusticias, dejar que los hechos que pueden cambiar nuestra visión no pasen desapercibidos, mostrarle a todos que no solamente existen el blanco y el negro; llenar un sin número de interrogantes que no están satisfechas, gritar en medio de la nada solamente para que alguna persona (la que menos uno sospecha), oiga esa pequeña cosa que tiene uno que decir.
Pero el hombre también es demasiado efímero para poder llegar a aquellos que quieren oírlo. Se ayuda con implementos que embriaguen los sentidos en pro de su mensaje. Al principio llegaba por la tradición oral, después a través de las letras, hoy todos los sentidos se agrupan.
El hombre notó que siempre había alguien que asumía ese oficio de informar a los otros lo que sucedía fuera de sus límites, en sus territorios y que opinaba (o no) como una gran parte de la población.
Así fue que el hombre le dio un nombre a aquel individuo y un puesto en su sociedad. Así ese hombre en particular, comenzaría a divulgar sus verdades o mentiras, sus opiniones, sus réplicas. Lograría (como en todas las otras labores) su cometido, de una mejor ó peor manera; pero lo más importante, trataría de nunca dejar de informar.
El hombre, antes que todo, es un ser social. Y este hombre, este hijo del dios Hermes, reafirmó su necesidad de interactuar con sus iguales, de estar informado y serle fiel a su esencia. Este hombre es el complemento de nuestra naturaleza.

2 comentarios

Fernando -

Gracias compadre... muy interesante.

Vladimir Vera -

Gracias por publicarlo
Saludos