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Weblog del prof. Antonio Núñez Aldazoro (UCV)

Televisoras en EEUU quieren ser más vulgares

Televisoras en EEUU quieren ser más vulgares

Tomado de http://www.argenpress.info

Dicen un refrán que “a cada cual con sus prioridades”. Mientras que el pueblo de Venezuela lucha por crear medios televisivos responsables a la sociedad, que no sólo entretengan sino que eduquen, afirmando los valores culturales y humanitarios de la patria de Bolívar, las principales cadenas de televisión de Estados Unidos -FOX, ABC y Telemundo (NBC)- guerrean en las cortes de ese país por el derecho a decir palabras vulgares cuantas veces ellas quieran. Los detalles de esta batalla legal, que hoy ha llegado hasta la Corte Federal de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York, demuestran, mejor que mil argumentos abstractos, los límites del concepto burgués de libre expresión, así como la importancia de reconocer a cada pueblo el derecho de definir el rol de los medios televisivos en el interior de sus fronteras.

No es lo malo, es lo seguidito

El 30 de octubre de 1973 el actor y comediante estadounidense George Carlin difundió en la estación de radio WBAI-FM de San Francisco un monólogo de doce minutos titulado Palabras sucias. En éste, Carlin mencionaba todas las palabras indecentes conocidas en el inglés. Alguien que escuchó el monólogo, radicó una querella ante la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por su siglas en inglés), pues la estación de radio había transmitido el programa a las dos de la tarde, espacio de tiempo en que los menores de edad podían escucharlo. La FCC no tardó en tomar una decisión administrativa en contra de Carlin y WBAI por haber violado las leyes federales de “lenguaje indecente.” Codificadas como 18 U.S.C. § 1464, estas leyes establecen que “cualquier persona que emita lenguaje profano, obsceno o indecente por medio de comunicaciones radiales en Estados Unidos puede ser multada o encarcelada por un término no mayor de dos años, o recibir incluso ambas sanciones.” La FCC confiscó la grabación.

Carlin y WBAI no tardaron en radicar un caso las cortes en contra de la FCC por violación del derecho de libre expresión, consignado en la primera enmienda de la constitución de Estados Unidos. La acción legal, que se conoce como FCC v. Pacifica Foundation, 98 S.Ct 3026 (1978), terminó en la Corte Suprema de ese país. Esta emitió un fallo contrario a Carlin. Según la decisión, el monólogo Palabras Sucias era una transmisión radial indecente y podía ser sancionado por la FCC, ya que no se trataba de una mala palabra aislada emitida en la radio, sino de un conjunto de expresiones verbales dirigidas a impactar al oyente. Si bien la sección 326 del Acta de Federal Comunicación de 1934 prohíbe formalmente la censura, la FCC puede reglamentar las comunicaciones de radio y televisión, pues se trata de medios de comunicación “que tienen una presencia marcada en la vida diaria de los estadounidenses, lo que se extiende a la privacidad del hogar, además de ser accesibles a los niños.” La radio y la televisión, por tanto, tienen menos “libertad de expresión” que otros medios, de acuerdo con la jurisprudencia estadounidense. A partir de 1978, la decisión de la corte suprema en FCC v. Pacifica se convirtió en la regla a implementar para decidir la reglamentación del lenguaje considerado indecente en transmisiones radiales y televisivas en Estados Unidos. Si se trata de una que otra palabrita vulgar dicha espontáneamente, no hay problema. A cualquiera se le sale una que otra grosería. Pero si se trata de un discurso de palabrotas malas, intencionalmente diseñado para ofender el sentido de decencia de la comunidad, entonces hay que hacerlo a la hora en que los menores duermen, entre 10 p.m. y 6 a.m. No es lo bajo de las palabras, sino la cantidad de veces que se dicen; es decir, lo seguidito del asunto.

Entreteniéndose con vulgaridades

Todo marchó bien por un tiempo. Los medios transmitían sus malas palabras cuidándose siempre del número y la cantidad de veces. Pero entonces vinieron los Golden Globe Awards (GGA) del año 2002. Al ganar el premio, la cantante Cher decidió obsequiar varios improperios por televisión a todos los críticos de música que la habían llamado al retiro por razón de edad. Algo parecido hizo el cantante Bono al año siguiente, dejándose llevar por el entusiasmo del momento. Lo que vino después fue un torrente de expresiones vulgares tradicionalmente excluidas de la televisión regular en Estados Unidos. En el Billboard Music Awards de 2003, por ejemplo, casi todos los artistas hablaron de manera parecida a Cher y Bono. La presentadora del programa, Nicole Richie, fue más allá y disertó sobre la dificultad de sacar “excreta de vaca de una cartera Padra”. El programa NYPD Blue, transmitido por ABC, comenzó entonces a incluir lenguaje vulgar en las voces de sus protagonistas, especialmente el detective Andy Sipowitz. Finalmente, uno de los concursantes del programa realista Survivor, entrevistado en programa Early Show de CBS, describió a los demás como “unos come excremento de vaca.”

La reacción no se hizo esperar. Grupos vinculados a la propia derecha estadounidense radicaron varias querellas ante la FCC. Autoproclamándose como la “mayoría moral”, éstos obtuvieron de la FCC una orden, emitida el 21 de febrero de 2006, declarando ciertas palabras como presuntivamente indecentes; en particular, shit y fuck. La FCC amenazó con multas y otras sanciones. FOX Television Stations radicó un caso en la corte por alegada violación de su derecho de libre expresión. Telemundo, NBC, ABC y CBS se unieron. Estas no sólo atacaron la decisión de la FCC en las situaciones mencionadas, sino que pidieron a la corte que pusieran fin a todo tipo de restricciones por parte de la FCC en lo que toca al lenguaje empleado en la televisión.

El caso llegó a la Corte Federal de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, que emitió un fallo el pasado 4 de junio de 2007. El fallo es significativo tanto por lo que dice como por lo que no dice. La corte rehusó entrar en un cuestionamiento demasiado profundo del poder de la FCC para regular el llamado lenguaje “obsceno e indecente”. Una decisión enteramente contraria al poder de la FCC no sería vista con buenos ojos por la actual Corte Suprema de Estados Unidos, donde impera un ambiente ideológico conservador; ni por el presidente Bush, quien es aliado de la derecha religiosa y recibe el apoyo de grupos como Morality in Media. Al final, la Corte de Apelaciones decidió la controversia en términos de alegadas fallas administrativas. Si la FCC quiere cambiar las reglas de juego, suprimiendo todo lenguaje indecente de la radio y la televisión, tiene entonces que ofrecer una explicación razonable para ello. La decisión se conoce como FOX v. FCC. [U.S. Court of Appeals, Second Circuit, June 4, 2007]. Ahora lo que queda es esperar por una decisión final de la FCC, que ofrezca una explicación razonable de por qué shit y fuck son palabras intrínsecamente indecentes. Estamos ante un debate innegablemente de bajura, propio de las cortes estadounidenses.

Bestia no come bestia

¿De qué lado hay que estar en este asunto? En realidad se trata de una pelea entre dos bestias que nunca llegarán a comerse una a la otra. FOX, Telemundo y las otras cadenas televisivas, por un lado, avanzan el reclamo abstracto del derecho a la libre expresión, pero su interés -más allá de beneficiarse del uso de lenguaje vulgar- no es representativo de las necesidades de la mayoría de la población estadounidense. Se trata de compañías gigantescas que promueven un entretenimiento enajenante. Basta con mencionar que apenas hace una semana la Corte Suprema de Estados Unidos, en un caso conocido como Ledbetter v. Goodyear [No. 05-1074, May 29, 2007], desmanteló gran parte de la jurisprudencia federal contraria a la discriminación racial (y de otro tipo) en los lugares de empleo en Estados Unidos. Ni FOX ni Telemundo ni ABC ni CBS prestaron mucha atención al asunto; mucho menos educaron al público norteamericano sobre una decisión que tendrá, sin dudas, efectos devastadores sobre las minorías étnicas, las mujeres, las personas impedidas y los viejos en ese país. Los medios de comunicación masiva en Estados Unidos sirven al capital. Existen no para educar, sino para llenarle la cabeza de pajaritos a la gente.

Por otro lado, la idea de la FCC pasando revista sobre cada una de las palabras que se usan en la televisión estadounidense, no es muy alentadora. Detrás de las acciones de la FCC se encuentran obviamente los sectores ideológicamente más conservadores de la sociedad norteamericana, que buscan -a través de medios gubernamentales- controlar la disensión y el pensamiento independiente en el país. O más bien lo que queda de éste, que no es mucho. Para ello, se amparan en el argumento -innegablemente razonable- de que a nadie le gusta tener a los niños escuchando palabras soeces todo el tiempo.

El punto es que toda esta controversia, a pesar de revestir la forma de un gran debate de principios, es, por la naturaleza misma del dominio del capital en Estados Unidos, algo en lo cual la gente como quiera va a salir perjudicada. En nada afecta a las estructuras de poder y al flujo y contenido sustancial de la información. Ni FOX ni Telemundo ni las otras van a usar el derecho a la libre expresión para el beneficio real de las masas trabajadoras y oprimidas. La FCC tampoco va a exigir responsabilidad social mayor por parte de las grandes compañías del entretenimiento enajenante.

Un legado de la esclavitud

Trotsky solía decir que el lenguaje vulgar es un legado de la esclavitud. En las clases dominantes refleja arrogancia y prepotencia; en las clases oprimidas, un profundo sentimiento de impotencia y frustración. Que el debate en las cortes federales de Estados Unidos, gire hoy en torno a las veces que puede usarse el lenguaje soez en los medios de comunicación, dice mucho acerca de la pobreza política e ideológica de ese país. Y dice mucho acerca de un sistema de gobierno completamente enajenado de las preocupaciones más apremiantes del pueblo. Para nada se discuten hoy en las cortes estadounidenses, por ejemplo, temas tales como la necesidad de un mayor control de los medios de comunicación por el pueblo o la responsabilidad social de la prensa, la radio y la televisión frente a los grandes problemas que vive el país. La agenda de los medios de comunicación masiva en Estados Unidos es la agenda del capital. Este último se lucra hoy, más que nunca, haciendo de la vulgaridad un entretenimiento.

4 comentarios

yuleny piña -

por lo que comentan va a suceder igual que el cigarrilo donde hace decadas los fumadores tenian derecho a practicar su vicio donde quisieran asi molestara a los no fumadores. hoy dia lo prohibieron porque mata de cancer a los no fumadores quienes no son responsables de la situacion. sigan asi, creyendo que hay odios hacia los estados unidos. miren mis hijos lo que hay es una tolerancia absurda a todo lo que viene de norteamerica. algo les va a pasar o reo que ya les esta pasando. en las escuelas la brutal violencia de sus peliculas (sin censura porque son libre esta haciendo que niños masacren a compañeros y maestros en las escuelas) sigan permitiendo todo. cuando su madre sea ofendida o le toquen un seno o el trasero o le hagan algo peor por lo la libertad de expresion y pensamiento va a ver las consecuencias de no darle un parao (disculpenme la expresion)a esto de las vulgaridades. acepto criticas

Marcos -

Éste artículo, si se le puede llamar así, tiene tanta palabra y no dice nada ...

No tiene conclusión, e inclusive no dejas ver tu punto de vista (otro que no sea el evidente odio a Estados Unidos).

Por otro lado, al sol de hoy ningún presidente estadounidense ha censurado estaciones de televisión y abusado con los medios tal como lo ha hecho el Hitler Latinoamericano, mejor conocido como Hugo Chavez. ¿A que no haces un escrito de eso?

Por otro lado: ¿Que me dices de la televisión española? ¿No crees que son demasiado vulgares? Mira algún capítulo de Aída (Telecinco) y llega a tus propias conclusiones sobre si de hecho los estadounidenses son los mas vulgares.

Parcialidad ... brilla por su ausencia :)

gerardo -

pipe bueno es simpatico

JRDuque -

Nada, esos mamagüevos quieren domesticar al pueblo desde el lengüaje. Igual señalamiento hay que hacerle a nuestra Ley Resorte: mientras el pueblo joven perrea y sandunguea bello, la Ley ha hecho que en Vive y en VTV jamás pareja alguna se dé un beso profundo. Cosas por corregir.

Salud, hermano.